Redacción colaborativa de "Carta al Secretario de Educación Pública"
Hace unas semanas escribí una carta dirigida al Secretario de Educación Pública. Consulté la Página de Transparencia, copié el correo y redacté algunas líneas. En ellas decía que, de un tiempo para acá, he estado implicado en el asunto de la Evaluación docente. Había noches que regresaba a casa orgulloso por “contribuir a la formación educativa del país”; otras, en cambio, con muchas dudas por el engranaje del que formaba parte. Durante el poco tiempo que he estado inmiscuido en ello, he tomado notas de mis colegas y personas que de manera directa e indirecta están en el mismo barco de la educación en el país, sobre las necesidades y fortalezas de sus instituciones. Esas notas quería comentárselas personalmente al Mtro. Aurelio Nuño. Los riesgos eran muchos, pero no perdía nada con intentarlo.
Me respondieron el correo días después. Debía hablar a un número telefónico en cierto plazo y esperar. Así lo hice. Marqué y entonces me enviaron un correo con un archivo en PDF. En el archivo me piden un documento donde detalle mis propuestas o, para decirlo de forma llana, mis notas sobre el asunto. Según esto, tengo diez días para entregarlas. No sé si se trate de una buena o mala oportunidad, pero me parece que no pierdo nada si lo intento (salvo algunas horas de sueño). En el primer correo digo que no busco ser “alguien”; se trata simplemente de un ejercicio de civismo y colaboración.
Desde hace unos años, he privilegiado el trabajo colaborativo frente al competitivo. Si alguno de ustedes ha rondado por los mismos asuntos o tiene ideas factibles, relevantes, o perspectivas específicas con respecto de la educación en México, lo que se puede y no hacer, me gustaría recibir su colaboración a observacioneseducativas@gmail.com Yo enviaré el texto el día 9 de diciembre de 2016. Llevará mi nombre, pero desde el primer correo he dicho que se trata de inquietudes múltiples. Insisto, no pretendo hacer carrera política ni nada por el estilo (¡iluso de mí si pretendo conseguir un hueso!). He disfrutado y padecido los quehaceres educativos, y creo que tengo algo que aportar. Es todo. Si mis aportaciones son insignificantes, simplemente se irán a la papelera de reciclaje de la Secretaría de Educación Pública.
Sin más, gracias por leerme.
Salvador Calva Carrasco
P.D. Preferiría que se omitieran cuestionamientos del tipo: ¿quién eres tú para creer que tienes una voz digna de ser considerada? Nadie, responderé.
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