Tarantino: la música

Antes de que salga la nueva película de Tarantino, que por supuesto veré, quisiera escribir un par de cosas (lo he dicho varias veces ya, este blog es un boceto de mis bocetos; algún día escribiré, de cada uno de los temas, algo más sustancioso e informado) sobre la música de sus películas.

La primera, y la más importante, es que Tarantino no dejará de ser un joven conocedor de música. Con ello no quiero decir que sea un novel conocedor; más bien, referirme al encanto que tiene siempre su selección. Tengo para mí que Tarantino ha dividido en dos grandes ramas la música: aquella que le gusta y aquella que no le gusta, sin importar si se trata de rock, jazz, etcétera. Por supuesto que tendrá sus géneros preferidos, pero cuando se trata de utilizar algún track para sus películas, esos géneros se diluyen. En México tenemos una expresión que entiendo es usada más allá de la zona metropolitana: "está de poca madre". La música de Tarantino, porque guarda ese encanto de juventud eterna, está de poca madre. No cabrona, no bien pesada, no bien chicarcona, no de pocas pulgas, no chévere, no sólo chida, está de poca madre.

La segunda, no menos importante, es que me parece que la música elegida muchas veces, y entiendo puede ser algo obvio, lanza pinceladas del personaje o del espacio representado. No sé por qué tengo la impresión, por ejemplo, de que "The Green Leaves of Summer" de Nick Perito nos coloca ya en la Francia ocupada por los nazis o "One Silver Dollar" ("Blood for a Silver Dollar") queda mejor en esta misma Francia que en el Western de donde procede.





Otras veces, la caracterización del personaje está dada por la música; pero no al estilo John Williams, es decir, no como asociación de una partitura con el personaje, sino como un rasgo más de éste, como sus ojos o su manera de caminar o su manera de bailar. Sacar del personaje eso que, entre tantas cosas, es.



En este magnífico ejemplo (magnífico porque es de Tarantino, no mío) la música es uno de  los atributos del personaje como los labios o la cadera o las uñas de sus pies pintadas de rojo o su sonrisa o sus ojos. Un ejemplo más que raya en la liviandad y en la osadía:



Por último, quiero decir que conocer la música de las películas de Tarantino va más allá, en todos los casos, de la banda que está de moda o de algún compositor específico (pese a que Morricone sea de sus favoritos o que recurra a Bernard Herrmann).

En fin, aquí unos cuantos tracks.








































Comentarios

Digitígrado dijo…
Uórale con el nuevo diseño!! Al principio no le entendí e entraba a las páginas sin ton ni son. Finalmente escogí dejarlo en la forma tradicional. Buenos clips, saludos!!

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