Algún día...
Seré breve porque ni siquiera yo podría leer mis largos párrafos en un medio que, según entiendo, debe ser conciso y despreocupado.
En la radio escuché que el Estado invierte cuatro veces más (quizá no nos diga mucho el número de veces y menos una cantidad desorbitante) en el subsidio de la gasolina que en ayuda a los pobres. Noticias que encuentro de inmediato luego de preguntarle a Dios Google: "El gasto público del gobierno federal es deficiente para promover una sociedad más equitativa y presenta un importante componente de discrecionalidad, reveló el 'Informe de Desarrollo Humano México 2011' del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sede en México. El informe detalló que las transferencias públicas, las cuales incrementan el ingreso disponible de las personas, muestran dificultades para llegar a 20% de la población con menores ingresos. México gastó cada año cuatro veces más en subsidiar el combustible que en todos los programas para combatir la pobreza" (El economista, año en curso y muy probablemente los que seguirán. Consultado: hoy).
Y vaya que hay autos. Tan sólo en la ciudad... Bueno, tampoco nos dirá mucho si escribo una cantidad desorbitante ahora. Me basta, creo suficiente, apuntar que de regreso a casa, conté 17 autos en una sola calle. ¡¡¡¡¡17!!!! Se dirá que vivo en una zona de ricos y que muy probablemente el número de autos es inferior (muchísimo inferior) al número de habitantes de esa cuadra. Es cierto, pero, para agudizar la observación, esos 17 excluyen, por supuesto (y ya que vivo en una zona de ricos sin serlo, gracias a los cielos) a todos los autos que pueden meter en sus cocheras. Es decir, había 17 carros estacionados en la calle. En esa sola calle he contado al menos siete cocheras, una de gran tamaño, como para seis más. En fin, demasiado plomo para mí.
Pero, como siempre, los de TopGear dicen más de lo que sus bromas aparentan. Hace poco vi una especie de reportaje en este programa donde se daba a conocer un auto eléctrico. Esta hazaña ya se había practicado, pero nunca sin usar batería y sin que los costos fueran elevados o que la exigencia de luz fuera altísima. Este auto tiene como combustible al hidrógeno, elemento común en el variado mundo.
Aquí el reportaje completo. Digno de verse y más de considerarse. Cambió por completo mi postura sobre los autos.
En la radio escuché que el Estado invierte cuatro veces más (quizá no nos diga mucho el número de veces y menos una cantidad desorbitante) en el subsidio de la gasolina que en ayuda a los pobres. Noticias que encuentro de inmediato luego de preguntarle a Dios Google: "El gasto público del gobierno federal es deficiente para promover una sociedad más equitativa y presenta un importante componente de discrecionalidad, reveló el 'Informe de Desarrollo Humano México 2011' del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sede en México. El informe detalló que las transferencias públicas, las cuales incrementan el ingreso disponible de las personas, muestran dificultades para llegar a 20% de la población con menores ingresos. México gastó cada año cuatro veces más en subsidiar el combustible que en todos los programas para combatir la pobreza" (El economista, año en curso y muy probablemente los que seguirán. Consultado: hoy).
Y vaya que hay autos. Tan sólo en la ciudad... Bueno, tampoco nos dirá mucho si escribo una cantidad desorbitante ahora. Me basta, creo suficiente, apuntar que de regreso a casa, conté 17 autos en una sola calle. ¡¡¡¡¡17!!!! Se dirá que vivo en una zona de ricos y que muy probablemente el número de autos es inferior (muchísimo inferior) al número de habitantes de esa cuadra. Es cierto, pero, para agudizar la observación, esos 17 excluyen, por supuesto (y ya que vivo en una zona de ricos sin serlo, gracias a los cielos) a todos los autos que pueden meter en sus cocheras. Es decir, había 17 carros estacionados en la calle. En esa sola calle he contado al menos siete cocheras, una de gran tamaño, como para seis más. En fin, demasiado plomo para mí.
Pero, como siempre, los de TopGear dicen más de lo que sus bromas aparentan. Hace poco vi una especie de reportaje en este programa donde se daba a conocer un auto eléctrico. Esta hazaña ya se había practicado, pero nunca sin usar batería y sin que los costos fueran elevados o que la exigencia de luz fuera altísima. Este auto tiene como combustible al hidrógeno, elemento común en el variado mundo.
Aquí el reportaje completo. Digno de verse y más de considerarse. Cambió por completo mi postura sobre los autos.
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