Chicharito, o nuestro diverso patriotismo

Creo que el Barcelona perderá la final de la Champions. Y temo que el Chicharito será la gloria (bueno, seguirá siéndolo) de los mexicanos. Mañana, tarde y noche, el Chicharito aparece por todos lados. No hay nada que no nos recuerde que se acerca la final y que este tipo hará algo bueno. (Y si no, porque somos mexicanos, y a nuestros verdaderos ídolos los cobijamos con el manto de la patria, diremos que tuvo un buen partido y que seguirá creciendo como futbolista.) Pero hay algo, quizá fe, que me impide pensar en una cosa que no sea el triunfo del Manchester.

No son los 20 goles ni los piques en corto ni la habilidad para habilitarse ni los comerciales ni las playeras que seguro se venden como pan caliente (quién en Inglaterra o en México no compraría una que dijera "Chicharito"; yo sólo porque no tengo dinero), vamos, ni el carisma de Hernández o su sencillez o el boleto que le pagó a Ramoncito Morales para que vaya a la final... Es simple obstinación a un tipo cuya edad está no muy lejos de la mía, y es simple obstinación a creer en un joven que ha sobresalido no en México (porque en este país es muy fácil hacerlo; en todo caso el verdadero dilema es hacerlo público o no, ser famoso o no), sino en el extranjero, en una civilización más verosímil que la nuestra. Con mi amigo Jesús tenemos una frase que me parece muy ilustrativa: "no importa la pobreza, el desempleo... (cada quien puede poner sus dificultades y preocupaciones en la vida), tenemos al Chicharito". Es decir, si mañana el Manchester gana con un gol del Chicharito, quienes tienen examen el lunes (como yo) bien pueden decir: "no me supe ninguna, pero qué importa, el Manchester ganó con gol del Chicharito".

Creo que estamos enfrascados en un diverso patriotismo. Es decir, si México es un país multicultural, multilingüe, multiabundante, multiplicado, diverso, entonces nuestro patriotismo también lo es. Tan es así, que no dudamos en querer que otro gane el Paraíso aunque nuestro lugar, para citar a Borges, sea el Infierno. Pero qué importa el infierno si tenemos al Chicharito.









PD. Ferguson, por favor, espero leas antes de la final este texto, ¡no metas a Carrick! El dilema está entre Nani y Park; o bien, entre Park y Scholes.

Comentarios

F dijo…
Oish, yo también tenía mis esperanzas puestas en el Chicharito.

¬¬

Va a ser una mala semana.

Ánimo.

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